El artículo de hoy del mundo coincide más o menos con lo que yo pensaba ayer:
Madrid 2020: Razones de un COI inescrutable | elmundo.es
Yo hoy tengo claro que esto lo sabían los japoneses antes de ir. Por un detalle tonto que leí en un artículo de prensa: habían destinado cuatro veces más periodistas que España o Turquía. Y yo creo que la delegación española también lo debía de saber, porque estas negociaciones no son cosa de un día. Sobre todo, no sabemos en qué consisten esas "negociaciones".
Que los marroquíes nos dieran la espalda habla de que Francia era contraria ¿porque los quiere para sí misma dentro de cuatro años? (por cierto, que tía más ridícula perdonándonos la vida a los españoles cuando en su país se pasa hambre auténtica y miseria de todo tipo por las esquinas)
Las explicaciones que se han dado son cada una más inverosímil que la anterior. Una de las que pululan por los medios de comunicación es que las infraestructuras ya construidas no son un planteamiento bueno porque "se quedan viejas", lo que no tiene otro nombre que el de estupidez.
La siguiente, la de la economía,.....Japón no ha salido de su crisis ni mucho menos, es un país muy corrupto y veremos el camino que sigue hasta llegar al 2020, que a la hora de construir son siete años solamente.
Se trata de intentar justificar lo imposible, a saber, que es preferible organizar unos segundos juegos en Tokio que organizar unos primeros juegos en Madrid.
Que conste que me molesta por la imagen que se vuelve a dar de que nos ningunea esta panda de semidelincuentes que conforman los asquerosos tugurios por los que se mueven las finanzas internacionales, en absoluto porque no haya Juegos en Madrid, porque yo pago IBI en Madrid y no me hace ilusión alguna pagar ni un duro más y para el 2020 tengo el convencimiento de que ya nos habremos olvidado hasta de la crisis (nos empezaremos a olvidar con el paro en el 10%, para lo que hay que esperar seguramente unos cinco años, porque en algún momento se le permitirá resucitar a la demanda interna y a partir de ahí, el crecimiento puede sorprender).